Todos o casi todos cogemos las vacaciones ahora en julio o agosto, otros en septiembre y los más desafortunados no las pueden coger en todo el año. Los más afortunados nos vamos a la playa a pasar unos días de relax y de sosiego, de refrescarnos en el agua del mar y de tomar cañitas fresquitas acompañadas de unas buenas tapas.
La mayoría elegimos la Comunidad Valenciana para disfrutar de estos días, de hecho más de la mitad de los españoles pasaremos las vacaciones en Benidorm, Valencia o Alicante. Una buena opción ya que tienen unas playas maravillosas y un clima muy bueno.
Nosotros nos dirigimos a alicante, ya que tengo que ir a un desguace de coches en alicante en el que por internet encontré una pieza para mi coche y que por suerte para mi coincide con la zona en la que tenemos en hotel. Así que dejare a la familia en la playa y me dirigiré al desguace a por la pieza que tanto esfuerzo me está costando encontrar.
Lo bueno de los desguaces hoy es que casi todos por no decir todos cuentan con una página web que te permite saber de antemano si disponen de la pieza que necesitas, de no ser así hay algunos que se comprometen a buscártela y traértela para que tu tengas que molestarte lo más mínimo. Así que allá vamos, camino de Alicante a pasar una semana en la playa, en un hotel con todo incluido para no tener que preocuparnos de las comidas y las cenas, además para una vez al año que nos vamos de vacaciones nos las merecemos todos y así mi mujer no tiene que estar cocinando ni barriendo ni haciendo camas, las vacaciones también son para las mujeres, así que hagamos que las disfruten también. Yo tengo que reconocer que apenas piso la playa porque no me gusta mucho, la arena no me atrae lo mas mínimo, así que yo las veo desde el chiringuito mientras ellas se bañan y se tuestan al sol, yo las acompaño cuando la playa se despeja un poco y no hay riesgo de quemaduras solares. A mí me gusta más la piscina, agua clara, césped fresquito y hamacas blanditas, una gozada para los sentidos y para los que disfrutamos de las siestas a la sombra después de dar buena cuenta de un buen pescadito frito con una cañita fresquita.