Muchos tienen la errónea creencia de que asistir a un psicólogo es solo para los que están locos y no hay nada más alejado de la realidad que esto. Un psicólogo se especializa en el comportamiento y el pensamiento humano, nos ayuda a entender y superar un momento difícil o cómo enfrentarnos a un problema que no sabemos resolver o creemos imposible de superar.
Ellos evalúan, diagnostican y tratan a la persona para entender sus problemas y a sí misma, es como un entrenador de la mente que le ayuda en los momentos críticos. Aun entendiendo esto no siempre es sencillo tomar la decisión de pedir ayuda, porque creemos que hacerlo es reconocer que fracasamos. Además, a esto se le suman los mitos que existen sobre la profesión y sus clientes.
¿De qué nos sirve asistir a un psicólogo?
Para considerarlo es necesario primero comprender que no tiene sentido que soportemos un dolor emocional solos y que a veces se necesita una ayuda “extra” para lidiar con ciertas situaciones.
Muchas veces las personas se relegan a un segundo plano por estar al pendiente de las necesidades de los demás, lo que puede hacernos sentir solos o vacíos, aun en medio de una multitud. Acudir a un psicólogo nos ayuda a organizar nuestros pensamientos, darnos un tiempo solo para nosotros con alguien de “réferi” entre nuestros pensamientos y la realidad.
Cuando las emociones toman controlan de un individuo, no permiten que piense con claridad, hacen que se sienta confundido o tome decisiones que en otros momentos no sería capaz de considerar o no aceptar lo que se experimenta. Un psicólogo ayuda a encontrar ese camino perdido entre nuestras emociones y criterios para poder decidir y entender las explicaciones.
Un psicólogo ayuda a identificar y cambiar los pensamientos que interfieren en nuestra vida, así gestionar mejor las emociones para deshacernos de los hábitos negativos y cambiarlos por otros más saludables. Tenga claro que este profesional no desaparecerá sus problemas por arte de magia, sino que le dará estrategias para que usted las ponga en práctica y es así como podrá dar con las respectivas soluciones.
En la medida que pueda ir profundizando sus pensamientos y sentimientos entenderá más a los demás y comprenderá el por qué de sus comportamientos, mejorando la interacción con el mundo.
Como ve, necesitar ayuda y buscarla no es cobardía sino madurez y coraje, consulte con los especialistas en guiadepsicologos y retome el control de sí mismo.